Una red de energía 100% renovable, asequible, segura y "lista para usar": estudio
Australia puede construir una red eléctrica asequible y segura con un 100% de energías renovables, utilizando las tecnologías existentes, según una investigación de la Universidad Nacional Australiana (ANU).
¿Cómo funcionaría?
El estudio detalla los planes para una red de cero emisiones que se basaría en la tecnología eólica y solar, apoyada por el almacenamiento hidroeléctrico por bombeo.
Podría instalarse con productos baratos, disponibles en el mercado y eliminar la necesidad de utilizar carbón y gas.
En la actualidad, dos tercios de la electricidad australiana procede de centrales térmicas de carbón, pero a medida que envejecen y cierran -como hará Hazelwood en Victoria el mes que viene- hay que encontrar un sustituto fiable de capacidad de carga base.
Asequible y fiable, pero "difícil de digerir" para algunos
El profesor Andrew Blakers, de la ANU, afirma que la energía eólica y la solar pueden ser ese sustituto, con el apoyo de la energía hidroeléctrica bombeada fuera de los ríos, donde pueden utilizarse embalses a diferentes altitudes para almacenar y generar energía.
El profesor Blakers es el autor principal del estudio, según el cual el uso de la energía solar y eólica, con el apoyo de la hidráulica de bombeo, permite a Australia disponer de una red barata, estable y sin emisiones.
¿Cuánto costaría?
Basándose en los precios actuales, el profesor Blakers afirma que el coste bajará de 1,4 TTC93 por megavatio hora en 2016 a 1,4 TTC75 por megavatio hora en la década de 2020.
"La fotovoltaica y la eólica son ahora más baratas que el gas y el carbón, y lo serán mucho más en la próxima década", afirma Blakers.
"La fiabilidad está ahí porque hemos hecho un análisis muy minucioso, hora a hora, de la red eléctrica australiana y hemos comprobado que con una modesta cantidad de almacenamiento y un poco más de interconexiones dentro de los estados, toda la estabilidad puede igualar cualquier cosa que puedan ofrecer el carbón y el gas".
¿Quién lo apoya?
El plan cuenta con un fuerte respaldo: la propia Agencia de Energías Renovables del Gobierno aportó $450.000 para la investigación.
Dylan McConnell, del Climate and Energy College de la Universidad de Melbourne, afirmó que Australia tiene que aceptar que estos son los sistemas energéticos del futuro.
"El concepto de carga de base es básicamente un concepto anticuado: necesitamos tecnologías que puedan satisfacer nuestras necesidades a medida que se requieran", afirmó McConnell.