La nueva energía solar produce un mayor rendimiento energético que el petróleo

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La energía solar no sólo es una fuente de energía limpia que no produce emisiones y apenas afecta al agua, sino que también es una de las mejores opciones en cuanto a la cantidad de energía que se obtiene a cambio de la inversión. Y con el aumento de los efectos del cambio climático, el potencial de la energía solar para mitigar parte del daño que se avecina hace que acelerar su adopción sea una obviedad.

En 2016, según un análisis de tendencias basado en este informe de la Royal Society de Londres, el rendimiento energético de la inversión en energía (EROEI) para el petróleo parece haber caído por debajo de una relación de 15 a 1 a nivel mundial. En lugares como Estados Unidos, donde los esfuerzos de extracción se basan cada vez más en técnicas no convencionales como el fracking, ese EROEI ha caído a 10 u 11 a 1 o menos.

Mientras tanto, según un nuevo estudio del Imperial College de Londres, el ratio de retorno de la inversión en energía solar en 2015 era de 14 a 1 y sigue aumentando. Lo que esto significa es que es probable que en algún momento del presente año se haya alcanzado un punto de inflexión en el retorno de la inversión energética mundial entre el petróleo y la energía solar.

(El aumento de la eficiencia de conversión de las células solares, la expansión de las bases de producción y la mejora de las cadenas de suministro están contribuyendo a aumentar el rendimiento de la energía solar sobre la energía invertida. Fuente de la imagen: Commons).

La cantidad de energía que se recupera por cada unidad invertida se ha considerado a menudo un factor de viabilidad de la civilización moderna. Y los rendimientos superiores a 5 a 1 se consideraban a menudo esenciales para el mantenimiento y la progresión de los altos niveles de vida actuales en las sociedades avanzadas. Sin embargo, en el pasado, alternativas como la eólica y la solar fueron criticadas al principio por percibirse como bajas tasas de retorno energético. Al final, parece que estas críticas han resultado falsas.

La mayor rentabilidad energética de la energía solar se debe al aumento de la eficiencia de los módulos, de la cadena de suministro y de la producción e instalación. Y como la energía solar es una fuente de energía basada en la tecnología, podemos esperar que estos rendimientos sigan aumentando a medida que se amplíen las bases de producción y que la innovación impulse a los módulos a seguir mejorando su capacidad para recoger energía del sol. En el caso del petróleo, la historia es bastante más sombría. La caída de la producción en los pozos convencionales ha dado lugar a una mayor dependencia del petróleo difícil de extraer, lo que hace que extraer petróleo del subsuelo sea mucho más caro desde el punto de vista de la inversión en energía.

Récord de instalaciones solares

La creciente ventaja de la energía solar frente al petróleo como fuente de energía se ha producido en un año de auge de las nuevas instalaciones en todo el mundo. Se espera que las instalaciones anuales alcancen la cifra récord de 70 gigavatios (GW) en todo el mundo en 2016, por encima de las previsiones iniciales de 65 GW de nuevas instalaciones a principios de este año. China, Estados Unidos y la India registraron probablemente tasas récord de adopción de la energía solar. La caída de los precios ha contribuido a este aumento, aunque las políticas energéticas de muchos países siguen siendo favorables a la energía solar. En Oriente Medio y Sudamérica, los nuevos acuerdos de compra de energía solar siguieron batiendo récords por su menor coste. En Abu Dhabi, un proyecto solar avanzó con un precio de 2,42 céntimos por kwh. En Chile, otro proyecto se puso en marcha a 2,91 céntimos por kwh. Estos precios son considerablemente más bajos que los de las nuevas centrales de petróleo o gas y son uno de los principales motores del aumento de las tasas de adopción.

(Bajo la presidencia del demócrata Barack Obama, la energía solar creció a un ritmo muy rápido. Esto se debió en parte a un entorno político mayoritariamente positivo a nivel nacional y al apoyo generalizado de varias agencias del poder ejecutivo como la EPA y el Departamento de Energía. Dicho esto, a partir de 2013, la caída de los precios de la energía solar y una mejor economía solar se han convertido en una fuerza impulsora más grande para la expansión del mercado. Las políticas reactivas de la Administración Trump pueden frenar este ritmo de crecimiento de la energía solar. Sin embargo, es probable que solo ralenticen el ascenso de la energía solar. En cualquier caso, dados los increíbles beneficios proporcionados por la energía solar, los esfuerzos realizados para frenar esta transición por Trump y otros en su administración deben ser vistos como una defensa proteccionista, disparatada y amoral desde arriba de la dañina industria de los combustibles fósiles. Fuente de la imagen: CleanEnergy.org).

La mayor rentabilidad de la inversión en energía solar es uno de los principales factores que permiten unos precios generales de la electricidad tan bajos. Y el impacto está empezando a extenderse por los mercados mundiales, que están adoptando la transformación (como en California) o están respondiendo de forma reaccionaria/proteccionista en un intento de frenar el avance de la energía solar (como en Nevada). La favorable economía de la energía es sólo una de las muchas ventajas de la energía solar, como el menor consumo de agua, la falta de necesidad de una red centralizada en regiones subdesarrolladas, el bajo coste, la nula contaminación atmosférica y la mitigación del creciente problema del cambio climático global (provocado principalmente por la quema de combustibles fósiles). Y quienes pretendan eliminar el apoyo político a la adopción de la energía solar no sólo estarán negando realidades económicas básicas, sino que estarán apoyando la continuación irracional de un conjunto de industrias intrínsecamente dañinas.